El producto mágico que le devuelve el volumen perdido a tu rostro.
El ácido hialurónico ha salido del anonimato; es el voluminizador preferido por mi, pero muchos pacientes no conocen el mecanismo por el cual actúa, confundiendo sus efectos con los del Botox o toxina botulínica y en algunos casos, con biopolímeros o silicona industrial.
Después de la toxina botulínica, el implante con ácido hialurónico es el procedimiento estético no quirúrgico más usado, gracias a una serie de propiedades que veremos a continuación, así como por su seguridad.
El ácido hialurónico es un azúcar complejo que por su consistencia viscosa, juega un papel primordial en nuestra piel, debido a que tiene una función cohesiva y le da soporte al tejido. Tiene, además, una gran afinidad por el agua, capta hasta 1000 veces su volumen, y es responsable del equilibrio hídrico de la piel.
Su degradación enzimática es muy rápida y se estima que 1/3 de la cantidad total del organismo se renueva diariamente. Por lo tanto, la pérdida de esta molécula a través de los años ocasiona el envejecimiento cutáneo.
A parte de su efecto inmediato de relleno de las arrugas, sabemos que hay un efecto residual, cuando el relleno se ha reabsorbido. Esto se debe a la capacidad de estimular la formación de colágeno tras la inyección intradérmica de ácido hialurónico reticulado.
Algunas de las razones por la cual recomiendo la aplicación de acido hialurónico son:
La industria farmacéutica consigue el producto a través de fermentación bacteriana y con varios niveles de densidad y/o viscosidad, esto permite tratar diversas localizaciones dérmicas para conseguir distintos resultados estéticos, como el relleno y perfilado labial, surco nasolabial, línea de marioneta, ojeras, perfil y levantamiento de la nariz, mejoría de cicatrices, así como hidratación y elasticidad. Por lo tanto, a mayor reticulación, mayor volumen de expansión y duración del producto.
Es una molécula común en todos los mamíferos por lo cual no es necesario realizar pruebas alérgicas.
Con una buena técnica y en manos expertas, se consiguen resultados naturales y con escasos efectos secundarios.
Su reabsorción con el paso de los meses permite readaptar las necesidades estéticas al paso del tiempo.
El dolor y los pequeños hematomas son los inconvenientes más frecuentes con esta técnica. Ambos transitorios y normalmente bien tolerados por el paciente.
En casos de exceso de corrección, asimetrías o edema podemos disminuir o desaparecer el relleno con hialuronidasa. Esta enzima deshace el ácido hialurónico que puede estar ocasionando un mal resultado.
Dra. Pilar Ochoa