Este es un tema súper común después de las vacaciones: un poco de exceso de sol, el calor y el reflejo de los rayos solares hacen que aparezcan esas manchas que dan ganas de volver el tiempo atrás y nunca haber salido de abajo de la sombrilla. El inconveniente es que cuando las manchas aparecen son producidas por daños irreparables en tu piel, por lo tanto son de difícil tratamiento y es muy frecuente que vuelvan a salir.
Es importante que sepas que no todas las manchas que salen por el sol son iguales. Las más frecuentes son: melasma o léntigo solar.
El melasma es el tipo de mancha que sale en mujeres jóvenes después del verano o durante el embarazo, típicamente en el bigote, en las mejillas o en la frente.
El léntigo solar, sale más adelante en la vida y es producto del daño solar acumulado. Son las típicas manchas redondeadas que salen tanto en hombres como en mujeres en las zonas expuestas al sol, como: manos, escote y rostro.
Cosas que debes saber sobre el melasma:
- Cuanto más oscura es la piel, más riesgo de melasma hay.
- Las zonas afectadas típicamente son el bigote, la frente y las mejillas.
- Su aparición se debe a tres factores: genética, hormonas (embarazo, uso de anticonceptivos o de terapia de reemplazo hormonal) y exposición al sol o cámaras de bronceo.
- Cuando sale en el embarazo, suele aparecer en la segunda mitad y va desapareciendo en el primer año después del parto.
- Es más frecuente en mujeres y la edad de aparición suele ser entre los 20 y los 30 años.
- Las manchas son simétricas y de bordes irregulares.
Cosas que debes saber sobre el léntigo solar:
- Cuanto más clara es la piel, más riesgo de léntigo hay.
- Las zonas afectadas típicamente son rostro, dorso de manos, antebrazos y escote.
- Su aparición se debe a la exposición solar o cámaras bronceadoras.
- Luego de los 50 años, afecta a un 90% de los hombres y mujeres con piel clara.
- Las manchas son redondeadas y pueden medir desde 1mm hasta centímetros.
- Si bien son lesiones benignas, significación que hay daño solar acumulado. Por eso, indirectamente indican cierto riesgo de cáncer de piel.
Con respecto al tratamiento, lo primero y más importante es la protección solar. Lo mejor para este tipo de manchas es prevenirlas: evitar el sol en horas pico, usar siempre protector 30 o más si vas a estar expuesto.
Una vez que la mancha ya salió, el protector sigue siendo fundamental para que no empeore y para que puedan hacer efecto los tratamientos despigmentantes. Respecto a estos tratamientos, hay varias opciones, como: peelings, microdermoabrasión, suspender los tratamientos hormonales, láser, luz pulsada y despigmentantes tópicos (cremas para aplicar sobre la piel).
El mantenimiento de estas lesiones es una parte básica del cuidado de la piel, ya que sí dejas de utilizar despigmentantes y protector solar, estas volverán a aparecen en el mismo lugar. Así que no olvides realizar tu tratamiento de mantenimiento cada 4-6 meses.
Dra. Pilar Ochoa