Como futura mamá debes cuidar tu piel desde el mismo día en que sepas que estás embarazada, para minimizar las alteraciones típicas de la gestación, producidos en su mayoría por las alteraciones hormonales que vas a sufrir.
Aquí te explico cuales son los pasos básicos para cuidar tu piel:
1. Limpia tu piel dos veces al día con productos específicos para pieles sensibles. Puedes aplica como segundo paso agua termal por sus propiedades calmantes y anti-irritantes. Evita exfoliantes que no sean suaves, lociones alcohólicas y tratamientos con alfa-hidroxiácidos (ácido glicólico, fítico, láctico) a altas concentraciones.
2. Hidrata la piel y aplica un protector solar con alto índice de protección, al menos con un SPF30, para prevenir la aparición de manchas. Evita largas exposiciones solares, sobre todo en horas de máxima intensidad. Protégete con sombrero, prefiere la sombra y evita el sol del medio día.
3. Aplica un producto antiestrías 2 veces al día, con un masaje suave desde los senos hasta el vientre, incluyendo además tus caderas y glúteos. Puedes utilizar aceites naturales como: aceite de jojoba, karité, oliva o almendras.
4. Cuida tu alimentación durante tu embarazo, come verduras, frutas, toma agua, controla las harinas y el azúcar. Así evitarás el aumento de peso desmedido y evitarás la formación de estrías.
5. Los productos para el cuidado de las piernas refuerzan la pared capilar, disminuyen su fragilidad y mejoran la circulación, para aliviar los frecuentes signos y síntomas de edema, hinchazón y varices. Por lo tanto, es recomendable utilizar medias de compresión para mejorar la circulación venosa, haz ejercicio físico moderado y regular, duerme con los pies elevados y date duchas frías en las piernas.
6. Cuida el cabello con champú y mascarillas fortificantes y evita tratamientos agresivos para tu pelo como cepillado incorrecto, permanentes, decoloraciones y planchas.
7. Cuida la higiene e hidratación del pezón para evitar la aparición de laceraciones durante la lactancia.
8. Usa un desodorante eficaz debido al exceso de sudoración que se produce (con antitranspirantes tipo clorhidrato de aluminio o antibacterianos como el triclosán), pero que a la vez no contenga alcohol ni perfumes (pueden producir dermatitis y pigmentación en tus axilas) y con suavizantes como el bisabolol.
Dra. Pilar Ochoa