El acné es considerado, en muchas ocasiones, un proceso normal durante la adolescencia, y se cree de forma errada que no es necesario un tratamiento. Así como este, existen muchos mitos y falsas creencias alrededor de esta patología que tanto afecta el autoestima y genera cicatrices para toda la vida.
Mito #1: Broncearse mejora la piel.
Falso: A pesar de que un bronceado puede enmascarar temporalmente el acné, el sol puede ocasionar sequedad e irritación en la piel, ocasionando brotes sucesivos de acné en el futuro. Protege tu piel cada vez que te expongas al sol, yo te ayudaré escogiendo el mejor protector solar para tu tipo de piel.
Mito #2: Cuanto más te laves la cara, menos acné tendrás.
Falso: Aunque lavarte la cara ayuda a remover las impurezas como el maquillaje y la contaminación de tus poros, lavarte la cara en exceso puede resultar en resequedad e irritación, ocasionando más acné. Es conveniente que evites frotar la piel de tu rostro ya que esto también puede irritar tu piel. Lávate la cara dos veces al día con agua y un jabón suave ejerciendo un movimiento circular, y sécala ligeramente una vez que termines.
Mito #3: Extraer un granito de acné hará que desaparezca.
Falso: Extraer el acné puede dar la apariencia de que ha desaparecido temporalmente, sin embargo, extraerlo puede hacer que permanezca por más tiempo. Aunque es tentador, puede producir más inflamación y enrojecimiento e incluso, puedes generar más heridas, pigmentación o cicatrices permanentes.
Mito #4: Si quieres una piel sin problemas, no uses maquillaje.
Falso. Mientras escojas cosméticos adecuados para tu tipo de piel, no debes presentar inconvenientes. Algunas bases son menos oleosas y así puedes prevenir el acné. También encontrarás polvo y protector solar con color el cual disminuirá las imperfecciones de tu piel y te mantendrán más protegida.
Mito #5: Si sufres de acné la mejor manera de tratarlo es utilizando medicamentos orales.
Falso. Los medicamentos para tratar el acné pueden resecar la piel, producir más inflamación en los primeros meses de uso, pero lo más importante, son de control médico por sus posibles efectos secundarios. Consulta primero antes de automedicarte.
Dra. Pilar Ochoa